Giro,
en el aullido de tu silencio.
Quiebro,
la redondez de tu pecho.
Y siento…
… que ya no siento,
… que todo está muerto,
… que las lágrimas están secas,
… que la voz está ronca,
… que ya no resuena la risa,
… que mis manos se deshacen
al intentar aferrarte,
al creer que los dos…
continuamos…
enamorados…
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