lunes, 16 de junio de 2014

Silenciosa soledad

Has llorado tanto que ahora no recuerdas el momento en el que los ojos no estaban nublados por las lágrimas.

La sonrisa desapareció de tu rostro cuando la luz de sus ojos se apagó.

Se quebraron las esperanzas y los recuerdos con un susurro contenido, un grito mudo que transportó las palabras al centro de tu alma. Arrastrándose indolentemente por la sangre de tus venas, se dirigieron al corazón palpitante y estallaron, rompiéndote en mil pedazos.

La mente se deshilachó, fragmentándose el amor, las sensaciones, los sueños, las ilusiones, los recuerdos, las esperanzas… la vida.

Caíste al negro abismo que se abrió bajo tus pies, tendiste la mano intentando aferrarte pero ya se había marchado sin mirar atrás. Profundo precipicio silencioso. Tus huesos chocan contra el fondo de la desolación y se rompen en fragmentos infinitesimales, incapaz de reunirlos te tiendes sobre el frío lecho mortuorio y dejas que la sangre escape de tus venas… esperando que tu corazón deje de latir.

Se anega el pensamiento con la oscuridad que te rodea. Las lágrimas llenan el vacío sinuoso de tu alma, ahogándote en el profundo foso de la melancolía.


Has hallado la muerte en la silenciosa soledad...

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