martes, 30 de septiembre de 2014

Tiempo

Mano descarnada que apresa tu alma, oprime tu garganta, impidiéndote respirar.

Azote del oscuro sentimiento que lacera tu cuerpo.

Dedos huesudos se cierran en torno a tu cuello, aprietan, aferran, oprimen, matan el gozo en tu desesperación.

El esqueleto se muestra ante ti, imagen cerúlea de la vejez. 

El paso del tiempo apremia tu suerte y tus sentimientos se descomponen en un murmullo sin aliento.

Tus ojos se asoman al borde de su abismo y caes, giras, gritas, sucumbes en la vacía oscuridad que inunda tu pecho.


Y mueres en un día sin sol, en aquel día en el que todo terminó.


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